El uso de biocombustibles avanzados en el sector del autotransporte es una solución inmediata para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
El Clúster de Biocombustibles Lignocelulósicos para el Sector del Autotransporte (conocido como Clúster de Bioalcoholes) formó parte del Centro Mexicano de Innovación en Bioenergía.
El Clúster de Bioalcoholes inició operaciones en agosto de 2015 con la finalidad de consolidar el desarrollo científico y desarrollar tecnologías de biorrefinación, incluyendo las desarrolladas en el Proyecto Nerixis, para producir bioetanol, biobutanol y biohidrógeno con costos de producción competitivos. Las materias primas consideradas fueron pajas de trigo y cebada, rastrojo de maíz, y bagazos de caña y azúcar. También se probaron residuos de maderas suaves como la poda de olivo.
El Clúster terminó prematuramente en febrero de 2019 debido a cambios en las políticas gubernamentales con respecto a las energías renovables.
Se desarrollaron procesos de “prueba-de-concepto” para las etapas de pretratamiento, sacarificación y fermentación con una capacidad de hasta una tonelada de biomasa (base seca) por día. La capacidad de producción de bioetanol fue de 50 litros por día. Se analizó la sostenibilidad ambiental y económica de las tecnologías propuestas y se establecieron mecanismos de transferencia de tecnología. También se cuantificó la disponibilidad en todo el territorio mexicano de los residuos estudiados.
La tecnología de pretratamiento continuo alcanzó un TRL 7. El reactor está listo para su comercialización en dos capacidades: 5 kg/h y 50 kg/h de residuos agrícolas.
Se realizó el diseño conceptual de una biorrefinería para 10 ton/día de biomasa (identificada como “mini-biorrefinería”). También se produjeron otros diseños para capacidades de 100 a 600 toneladas BS/día con las siguientes características:
Esquemas de coproducción de biocombustibles avanzados (bioetanol, biogás y biohidrógeno) y dióxido de carbono
Uso flexible de materias primas: paja de trigo, rastrojo de maíz, bagazo de caña de azúcar, bagazo de agave y poda de olivo
Aprovechamiento de la lignina residual para la producción de productos de alto valor agregado
Emisiones mínimas de gases de efecto invernadero y uso mínimo de agua
Uso de tecnologías de bajo costo de inversión
Análisis de sostenibilidad ambiental y económica, alcanzando costos totales de producción de 0.45 USD por litro de bioetanol lignocelulósico
El diseño conceptual de la “mini-biorrefinería” fue seleccionado para participar en el programa de aceleración tecnológica “Leaders of Innovation 2019” de la Academia Real de Ingeniería, Reino Unido.